lunes, 2 de marzo de 2009

Cincuenta y seis pesos

Llenando blancos se nos atraviesa la vida con el tren sin avisos ni semáforos alcahuetes. Es como si fuera cargando el deleite en contrabando, cada uno en su vagón esperando el momento de tirarse a los arbustos del camino, pero con el miedo de caer debajo de las metálicas ruedas de esa locomotora-arrepentimiento. El gozo sin vergüenza no es en sí un sinvergüenza malcriado sino más bien el gustoso sujeto que a todos nosotros encantaría tener de compañero de viaje, algunos hasta le cargaríamos las maletas.

El hecho es que todos llegamos a ese punto de reunión non plus ultra, del entendimiento fallido y de la degeneración espontánea. La pregunta es tan segura como la noche pero dudosa como la duración de la lluvia. Así entonces, como el más defectuoso de los animales, el hombre, que es un desgraciado, va cometiendo justicias al precio de injusticias pero precisamente para servirse con propia mano y de manera inmediata las raciones mas irracionales de lo que se le avecina en la punta de la nariz. Por eso hace ejercicio, por eso come y viste, por eso trabaja. Por eso y no por otra cosa hace lo que hace aunque ya no lo piense, ni siquiera le pase por la mente la razón que le quita la razón. El miedo que le provoca el más profundo de los miedos es el hecho de no disfrutar lo que lo hace sufrir. Al contrario, somos tan humanos y equívocos en nuestras percepciones que la contradicción se ha apoderado de algo tan común en nosotros como el miedo y el gozo.

Si no tienes claro dónde estás y hacia dónde vas, lo más seguro es que estés lleno de dicha y seguridad, porque entonces, cualquier camino que elijas te va a llevar a donde vas, no hay duda de que así será. Por eso la existencia de lugares como Starbucks, donde la gente que no tiene claro ni quién es ni qué hace en este mundo, por la módica cantidad de cincuenta y seis pesos puede entonces saberse una persona con decisión. Ha tenido que escoger el tamaño de su bebida, regular o descafeinado y el sabor del líquido. 6 decisiones para tomarse un café que le dé seguridad, identidad, sentido de pertenencia y status.
Dicen los que saben (ó los que dicen que saben) que al cielo egipcio se entraba dependiendo de la contestación de 2 preguntas que se hacían en el meritito sahuán del paraíso:
1. ¿Encontraste la felicidad en tu vida?
2. ¿Diste felicidad a los que te rodearon en vida?
La contestación a estas 2 preguntas era determinante para entrar o no, incluso para reencarnar y seguir aprendiendo. Muchos deberíamos hacernos ésta pregunta en vida para saber dónde estamos y a dónde vamos, nos ahorraríamos muchas sesiones de cincuenta y seis pesos.

Vaya que hay quienes nos complicamos la existencia pensando en cosas tan triviales como el sentido del gozo y el miedo. Tan barato que sale no saberlo.

15 comentarios:

jess dijo...

Hasta antes de leer tu entrada, estaba bien segura en dónde me encuentro y hacia dónde me dirijo.

Mi único miedo en este mundo, es saber si estoy tomando las decisiones acertadas.

Tengo miedo de no hacer que mi vida valga la pena.
Tengo miedo de que mi gozo actual mañana sea mi principal tristeza.

Pero eso, sólo podré saberlo si sigo adelante, no puedo quedarme aquí neutral, esperando que alguien más elija por mí.

Cuando llegue el momento en el que sepa si tomé el camino adecuado, te lo haré saber... y espero que no haya miedo, sino gozo.... y espero aún más, llevar los centavos necesarios en el bolsillo.

Saludos!

Yo Pretencioso dijo...

jess: Me parece que el movimiento es la mejor elección, tienes razón, no podemos quedarnos neutrales, esperando a alguien más que elija por nosotros, aunque ellos digan: éste es el mejor camino. Por lo pronto vivamos para el deleite y llevemos los centavos necesarios para festejarlo.

Saludos!

La Bota y la Falda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lamia dijo...

Yo se bien que aun no se lo que quiero - ni adonde voy.

Si no lo sabes y no estas consiente de no saberlo talvez te haga sentir bien - sin miedos y dueño de ti mismo [aunq no lo seas]

Pero el no saberlo y estar consiente de q no lo sabes solo te llena de dudas y miedo.

Preferiria seguir siendo ignorante y no darme cuenta de que no se porq camino ir y er feliz creyendo que tengo todo bajo control y que elegir que quiero en mi cafe me de seguridad.

The Lizard dijo...

creo saber que es lo que quiero pero no se si he de lograrlo...

Karol_a dijo...

No permitiré nunca que el amanecer me encuentre allí donde la puesta de sol, caminar, caminar, avanzar sea para bien o para mal. El mundo, la vida es movimiento...
Me encantan tus escritos, eres muy original.
Gracias por tu visita y tu correo, estamos en contacto. Un abrazo.

Jo dijo...

Me encanta que en tus textos me encuentro con las mismas cosas que me hacen retumbar el seso y entre esos cardos y cuestiones que laceran a veces... esta mi indecisión aun cuando se tenga edad suficiente para elegir...

no se porque mientras leia el fondo de musica de mi post de hoy y tu texto (buena combinación ;)) ... me acorde de traisnpotting

oNDSKa FLiCKa dijo...

la curiosidad mató al gato, pero murió feliz...

Vale la pena cuestionarse y buscar las respuestas, aún donde no las hay, aún cuando te confundan; el que busca encuentra y en algún momento encontraremos la solución correcta/conveniente.

Saludos!

andrea. dijo...

no podria encontrar la felicidad en un lugar X sin haber sabido antes lo que buscaba exactamente..pero suponiendo que se lo que quiero, buscar sin resultados favorables, haria que la posibilidad de la felicidad muriera.
creo que lo mejor seria intentar ser feliz durante el periodo de busqueda; si no encuentras lo que en un inicio querias, al menos, esa felicidad puede que pase de ser posible a probable.

saludos : )

j. dijo...

este ha sido de tus mejores post, creo yo

Yo Pretencioso dijo...

Lamia: Es precisamente la duda el motor de movimiento, la consciencia el timonel y la felicidad la dirección, sólo nos hace falta una buena visión dentro de la tormenta para seguir en el viaje.

LAGARTO: Creer es de por sí ya un buen paso; ya la duda se me figura un trompicón.

Karol_a: Damn right! "la vida es movimiento". Nos estamos leyendo, Saludos!

Jolie: Uff, Trainspotting, brutal, plagada de indecisión también, como la que nos sobra a todos en nuestros bolsillos.

oNDSKa FLiCKa: Me quedo con "la solución conveniente", me gustó. Me parece más -correcto- buscar la solución conveniente. ¿Quién carajo sabe lo que es -correcto-? Saludos! Iré a rayarme a Insania, gracias por el flyer!

andreaaa: Lo que pasa es que también vemos a la felicidad como un fin, como una meta y no como un estado de ánimo. Por eso creo que en vez de correr hacia ella deberíamos acompañarnos de ella, paralelamente. Saludos!

Jorge Segoviano: Se agradece en demasía tu visita y comentario. Precisamente estoy en tu blog ahora. Saludos!

Marilú Repudio dijo...

estabilidad en tiempos de cambio.. muy rifadoo

al menos a mi me pasa

Yo Pretencioso dijo...

Marilú Repudio: No estoy seguro de tener estabilidad y si me preguntan, no la querría tener, sería monótono, nada como andar persiguiendo entre obstáculos. Gracias por tu comentario! Nos estamos leyendo. Saludos!

Unknown dijo...

verás, yo soy pequeñita y no colecciono certezas.
pero el sol sale cada mañana y aquí se oculta tras el mar brumoso de limalandia.
una vez
otra vez.

qué flojera saber a dónde voy.
así no me sorprendería el camino

o si?

Yo Pretencioso dijo...

analix: Tienes mucha razón, no hay que perder nunca la capacidad de asombro, el misterio nos mantiene atentos. "...de pequeño me enseñaron a querer ser mayor, de mayor quiero aprender a ser pequeño..." (De mayor - Enrique Bunbury)