jueves, 28 de enero de 2010

Los escombros

The underneath's no big surprise...
Plug in baby, Muse

Los escombros; polveros amigos mandatarios del recuerdo inimaginable pero saboreable ante el olor y el gusto de lo que cala en silencio por los sabedores rincones del irremediable comienzo, el olvido maquinario del paralelo incómodo. Tendiendo juegos bajo la lluvia de balas que no discriminan, de refugios paradisiacos; de preguntas vencedoras que sobre respuestas en huelga van cohibidas de velocidad blancuzca, pulverizada en líneas de levante. Aditivos para el silencio juegan con el indeciso tumbo del contrabando mental dictando leyes que sabemos dolosas. Suelo. Matizando oquedades fatíricas.

Robótico es el avance intolerante de esos clicks segunderos, que emplazan al castigo, cual tirano nauseabundo, los más terríficos dolores de la incomprendida indiferencia, correctora de señales sin sueño, sabedora de oquedades empeñadas cada una a debilitar el entredicho de lo que pudo suceder. Ya en el vacío, lleno de pérdida, se unen eufemismos conspiradores, maquiavélicas comparsas del exalto y el silencio.

Hay que darle la vuelta a este monocromático asunto, sabiendo que en los 180° es todo tan confuso que tus zapatos no me quedan. Las ventanas rotas, hay que cambiarlas porque ya el viento empieza a arremolinarse.

miércoles, 29 de abril de 2009

Volantazo

I am the passenger,
I stay under glass,
I look through my window so bright...
Iggy Pop, The passenger

El escapista ocupante deja plantado al viaje todos los días pero hoy su reflejo ha quedado esculpido en sendas formas faciales de aquellos cuyo semblante perdido, impersonal, derrotado y tedioso ocupan sólo espacialmente la butaca del camión contaminante, destartalado y salsero. Pasajeros autómatas, debajo de un vidrio con rayones de asiduos semi-contestatarios ó enamorados consagrados a la perpetuidad en cristal de nombres sin apellidos, sin historia, pero que a través de el encuentran brillo propio en el ausentismo del masificado colectivo sin rostro.

Impersonalidad de la calle, en la calle, por la calle, emana de la gente. Pasajeros solamente, incapaces de dar un volantazo en su vida, ¿por tedio ó por temor?

martes, 7 de abril de 2009

Al amigo cerca, al enemigo más cerca.

Se dice: Uno debe ser propio. La propiedad se nos dá aún más con personas que no son propias de nosotros. El yo es aún un usted hasta que la línea diminuta y separatista del hablar propiamente se va difuminando entre risas, gestos y chascarrillos. Así es cuando el usted se vuelve y se empieza así a ser uno propio del otro pero ya de modo impropio.
¿Para de verdad querer algo se necesita poseerlo? Es decir, ¿en qué microsegundo se pasa uno del lado de serle impropio a alguien a la otra frontera de pertenecerle? ¿Tan sólo por ésta localización geográfico-espiritual ya es uno merecedor de tales aspectos amatorios con todo y sus consecuencias?
A mí me gustan los Beatles, los amo; sucede que de momento no tengo ninguno de sus discos, por el contrario he bajado sus canciones desde Lime Wire. No viví yo en la época en que de verdad fueron el hito musical mundial, sin embargo eso no me destierra de reconocer el valor estructural de sus canciones y más aún, de tan sólo sentarme y disfrutarlas, amarlas. ¿Qué no acaso es ese el verdadero amor sin límites? No tanto el reconocimiento de estructuras sino el pleno deleite de estarte quieto, admirar y disfrutar. ¿Entonces para qué poseer?
Siguiendo tal premisa el amor se me antojaría de débiles mentales, incapaces de deleitarse plenamente si es que aquellos no proceden a poseer primeramente. La necesidad de aparentar propiedad en la impropiedad.
Ahora bien, habiendo bajado sus canciones -Beatles- de Lime Wire, ¿he caído yo en una traición? ¿No es acaso la traición un algo reservado para los que, con anterioridad, se confían mutuamente? Entonces si de verdad existiese la confianza, ésto quiere decir, que no importando el hecho o acción imperaría el estado de derecho a la mismísima plena confianza mutua.
¿En qué momento se vuelve la traición un verdadero acto provocativo de dolor? Pues habría que decir primero que la traición pocas veces tiene que ver con los hechos, sino más bien con los sentimientos de propiedad. La propiedad, por el sólo hecho de ser tuya es signo inequívoco y ciego de que no podría hacerte nada daño bajo ningún supuesto ya que tenemos cerca sólo a lo que se supone nos conviene, aunque dicen por ahí: A los amigos cerca, a los enemigos más cerca.

jueves, 12 de marzo de 2009

Aleatorio

De pronto se viene la humareda mental, como con el desahucio terminal de quien, a contraluz, encuentra esas partículas que, por insignificantes que parezcan llevan consigo más idea y movimiento que muchos de los que ahora cruzan la calle por debajo del mismísimo puente peatonal. Precisamente la idea del movimiento a lo pendejo me tiene extasiado éstos 2 últimos minutos. Parecemos todos pequeñas hormigas rojas, cargando a cuestas la preocupación, con dirección a ningún lugar, pues vamos escapando de la pequeña sabandija infantil -destino- que le ha parecido divertido -y por lo tanto correcto- encender un fósforo en pleno nido de los bichos preocupones. Hormiguitas pues, ante tal monstruo chocarrón, han ido empeñándose en tejerse un escape, pero amigo mío, la vida no es escape.

Teniendo preso el sentimiento y secuestrada la razón está difícil agendar una cita para éstos 2 compinches eclécticos, que, por ser de la misma raza me ha parecido buena idea cruzarlos. Es demasiada la coincidencia y la suerte para comprarla y compararla con el dinero, también es demasiada coincidencia el destino y mucha suerte si debiera estar escrito. Lo único que sé en éste preciso instante es que quiero cortarme el pelo, no sé a dónde iré mañana para tal propósito, es más, no sé si iré, ¿ves? lo aleatorio quiere jugar y me estoy disponiendo a apostar toda la noche la cantidad de fichas necesarias para entender el negocio de los futuros. Es impresionante el hecho de que lo irrelevante de pronto levante tanto exceptisismo, exitación y duda; siendo así, he de declarar que éstas últimas 3 propiedades, tomándolas como cualidades femeninas, me refieren a una buena mujer, que más allá de buena, ha de ser interesante.

"¿Serán los dioses ocultos o serás tu? Será una decisión mortal."

lunes, 2 de marzo de 2009

Cincuenta y seis pesos

Llenando blancos se nos atraviesa la vida con el tren sin avisos ni semáforos alcahuetes. Es como si fuera cargando el deleite en contrabando, cada uno en su vagón esperando el momento de tirarse a los arbustos del camino, pero con el miedo de caer debajo de las metálicas ruedas de esa locomotora-arrepentimiento. El gozo sin vergüenza no es en sí un sinvergüenza malcriado sino más bien el gustoso sujeto que a todos nosotros encantaría tener de compañero de viaje, algunos hasta le cargaríamos las maletas.

El hecho es que todos llegamos a ese punto de reunión non plus ultra, del entendimiento fallido y de la degeneración espontánea. La pregunta es tan segura como la noche pero dudosa como la duración de la lluvia. Así entonces, como el más defectuoso de los animales, el hombre, que es un desgraciado, va cometiendo justicias al precio de injusticias pero precisamente para servirse con propia mano y de manera inmediata las raciones mas irracionales de lo que se le avecina en la punta de la nariz. Por eso hace ejercicio, por eso come y viste, por eso trabaja. Por eso y no por otra cosa hace lo que hace aunque ya no lo piense, ni siquiera le pase por la mente la razón que le quita la razón. El miedo que le provoca el más profundo de los miedos es el hecho de no disfrutar lo que lo hace sufrir. Al contrario, somos tan humanos y equívocos en nuestras percepciones que la contradicción se ha apoderado de algo tan común en nosotros como el miedo y el gozo.

Si no tienes claro dónde estás y hacia dónde vas, lo más seguro es que estés lleno de dicha y seguridad, porque entonces, cualquier camino que elijas te va a llevar a donde vas, no hay duda de que así será. Por eso la existencia de lugares como Starbucks, donde la gente que no tiene claro ni quién es ni qué hace en este mundo, por la módica cantidad de cincuenta y seis pesos puede entonces saberse una persona con decisión. Ha tenido que escoger el tamaño de su bebida, regular o descafeinado y el sabor del líquido. 6 decisiones para tomarse un café que le dé seguridad, identidad, sentido de pertenencia y status.
Dicen los que saben (ó los que dicen que saben) que al cielo egipcio se entraba dependiendo de la contestación de 2 preguntas que se hacían en el meritito sahuán del paraíso:
1. ¿Encontraste la felicidad en tu vida?
2. ¿Diste felicidad a los que te rodearon en vida?
La contestación a estas 2 preguntas era determinante para entrar o no, incluso para reencarnar y seguir aprendiendo. Muchos deberíamos hacernos ésta pregunta en vida para saber dónde estamos y a dónde vamos, nos ahorraríamos muchas sesiones de cincuenta y seis pesos.

Vaya que hay quienes nos complicamos la existencia pensando en cosas tan triviales como el sentido del gozo y el miedo. Tan barato que sale no saberlo.

martes, 24 de febrero de 2009

Lo que no suceda

Lo que pasa es que el dilema es en sí un estóico monumento a la discordia cerebral. Claro que si te tratara de explicar el color naranja nos saldría más barato, saldríamos todos por la tangente y evitaríamos la disyuntiva que tan recta se nos estaba pintando tras el velo de alquitrán que nos acaricia la mirada. Es como, desayunar con whisky, hay gente que lo encuentra inconcebible, pero ¿por qué?. Por el sólo hecho de respetar una barrera temporal; inconscientemente colectiva: ¿Se supone entonces que afanándonos al brote de impersonalidad debemos pues agachar la mirada como el borrego a medio morir? Lo que sucede es que hay gente que de plano no lo hace, y de sólo imaginarlo, lo encuentra a uno abominable, como el hombre de las nieves.

La necesidad nos atora los dedos contra la puerta del apremio, es andar descalzo por la noche de la necedad y pegarse en el dedo gordo con el mueble del no-futuro. Duele a madres. ¿De verdad crees que tanto movimiento agote las instancias para el sarcástico machucón de consciencia? Es que en serio, no puedo visualizar el disfraz dentro de tanto entuerto, con aplicaciones de cromada indiferencia.

Siempre hay un detonador, algo o alguien que hace explotar el vicio, como petardo de fiesta pueblerina, de todas maneras, siempre está el peligro de salir chamuscado por el fuego amigo, ó, por otra parte, hacer lucir el cielo tan colorido como cualquier andante medieval lo quisiera haber visto ó, incluso, imaginado. Es que es eso. La estrechez de mente, eso te pinta más demente que cualquier atavío obseno en carnaval. Lo corto del alcance de los dardos ya sin tino en las ideas muy vacías, son precisamente esas y no otras, las cosas por las cuales no podemos acceder al consenso democrático, a la cama de la dama o al progreso humanista.

Mientras tanto, lo que no suceda no lo sabremos, porque por supuesto, lo que nos interesa es lo que sucede, aunque éste hecho que sucederá, sea ése y no otro, es cuestión de enfoques, es preguntarse lo mismo, sabiendo que no hay respuesta. Pero, el que no se cuestiona, no se sabe responder.

sábado, 14 de febrero de 2009

Negaré una línea

Se revienta la cinta megafónica de la normalidad con unos cuantas quejas compartidas, de los sentimientos consentidos, de los pensamientos sin sentido. Hay que acelerar el paso en estos casos, porque el show se nos viene encima junto con la luna y la espera no justifica celulares apagados, desconexiones mutuas, declaraciones fatuas. De esos ojos rojos, inundados de duda y sin el mapa misterioso que aún no pinta las nuevas calles para el mes de junio. Diario es una fecha, pero hay días que simplemente habrán de brillar, o que que querrán ser olvidados.

Tanta expectativa es propicia para un vicio en juguetería, un esquema de melancolía inaudita para el perdón de los pasados, la justificación del presente y el propio sueño del futuro, que mira, ¿quién sabe que se traiga entre manos? pero a lo lejos, se le ve un bulto cargando.

Necesito extirparme en sol de invierno, con luz de voz, con entendimiento de mirada, con lágrima disecada del abrazo en sobredosis. Negaré una línea porque el exceso se ha rendido ante mí, pero ya sabes que siempre he de contar con retornos en mi calle tan vacía, pero tan divertida.

Más sal para el náufrago, hasta que se le sequen las córneas y decida ver por dentro lo que de verdad anda buscando por fuera. Siempre en el agua, lamiendo soledades caóticas y micro-cósmicas, extendiendo el brazo para alcanzar a tomar todo lo que pueda intentando no ser visto dentro de su caja de cristal.

Justo cuando empezaba a creerme la historia del loco estepario, del laberinto einsteniano, me regalas unas alas de cera, me prestas sueño de polvo, no tengo frío ni calor y la señora, en el cuarto contiguo, sigue planchando mi ropa.

martes, 20 de enero de 2009

Sin zapatos

Detras de la línea, nunca nadie dijo que fuera fácil pero las vidas se me acaban como a Mario Bros. en el tercer mundo, es una pena partir, y es una pena verte y que retires la mirada como abono de interés compuesto en razones que no tienen nada de razón. Nos encontramos justo frente a la escalera definitoria de mil raíces, de esas que se alargan no importando justificaciones notorias, ni siquiera pretendiendo el tiempo presente perfecto, la gramática no está para situaciones y la conjugación se nos hundió en el estanque. Me he preguntado últimamente de lo que asecha en pensamientos fortuitos y lo que ocurre de salibas aledañas, de esas mortificaciones de piel, de preocupaciones de sombra, de noches mortuorias y de labios de zanja.
Que me entierren el en el veto de las buenas costumbres y me sonsaquen en el silencio de las farolas auditivas, en mejillas escondidas y en placeres de escondites infrahumanos para el deleite carnal de nuestras más altas pasiones incontables ante tanta humanidad.
No entiendo, sigo sin entender el embrollo en que me he metido, de dónde vino tanta declive, la inclinación es la de antes pero ante más esfuerzo más esgrima de factibilidades alimenticias febriles de bondad y así mismo más notarios del alma qué sobornar para el perdon de los apetitos. Hoy camino en el anden de la pérdida constante de lucha, de los boletos en reventa de la desfachatez y del peaje aleatorio del recorrido de lo suave de los hombros blancos que me abrieron sólo unos instantes esa reja diminuta en la que hay que encajar para saberse a salvo de la mansedumbre de lo insano y la costumbre de lo vano que aún se mece en el entuerto por sabernos casi muertos entre tanto que hay que contar y sobar entre sábanas y artilugios ofuscados, en refugios disecados de sazón en el andar. No entiendo.
¿A dónde vamos con tanta prisa que no nos hemos puesto los zapatos?

martes, 13 de enero de 2009

Lodo a contraluz

La vida es un manicomio de cicatrices porque todos andamos con pensamientos punzocortantes, sobre patines sentimentales y con el piso aceitado en creencias. ¿Qué le pasó al laberinto en la octava esquina? Los zarpazos de razón andan en las Bahamas, correteando colegialas vestidas de suposición. La sospecha nos viene a avisar en tiempo y forma, pero no hacemos más que sellarle el acuse de recibo y prontamente atinar a desechar el empeño de la boleta al bote de la basura memorativa. La idea del rompecabezas es que embonen las fichas, pero cuando no te ven, haces los cortes necesarios para encajarlas a huevo; así como encajas los dientes en cuerpos desnudos, ó en la mente de otros.


Disimular es más fácil gritando, el pedazo de estantería extravagante hace aún más sencillo el escape de la complicidad en el sofá. Estamos aquí porque queremos apostar, lo que no sabes es que alguien ya tiene la partida ganada, es complicado ganar así, pero nadie te lo ha dicho aún, estás a punto de descubrirlo, justo cuando sientas el fango en la nariz, ése será el momento de empezar a creer que la derrota es una acción y un verbo que se hace real.

Por esa razón entramos al casino interpersonal, para revirar apuestas con las cartas que traemos, las que conseguimos y compramos; es la forma de deleite más antaña y primitiva; al mismo tiempo, la que más está de moda.

La temporada de cacería se abre como piernas se abren en el mundo en éste preciso momento, tantos follones de mentira, pero al fin follones, ¿al fin mentira? Es una espada sin empuñadura. Pero, ¿qué haces si te atacan y lo único que tienes a la mano en tu defensa es la mentira? La espada sin empuñadura. ¿Qué haces si para atacar sólo tienes eso? La espada sin empuñadura. Puedes matar, pero te puedes cortar; te puedes matar, todo depende del lado en el que esté tu ojo.

Accidentalmente divertido, fortificadoramente siniestro y sofisticadamente brutal, ése es el momento de la mentira en traje de luces, brillando como el lodo a contraluz.

lunes, 12 de enero de 2009

Te voy a mentir

Con las nuevas fábulas de silencios caídos ahora coincidimos en la noche, como secuaces de sombra y frío. Municiones de malicia en la voz, para que decodifiques sensaciones, palabra por palabra, llevándote a tientas por un sendero que desconoces, corres. No me gusta lo simplón, enredarnos es cuestión de amabilidad cardiaca, después de todo, la lengua anda suelta ya para éstos momentos, para éstos ratos de riesgosa pérdida de pudor.

Los nervios vitorean el alza del sentido, la humareda corroe la dirección entre miradas cómplices de pensamientos furtivos y sagaces, con el instinto animal en copas, whisky y vino tinto. Sudor inusual, para éstas alturas deberíamos estar ya curtidos en éstos menesteres de entregas al buen postor, con posturas demoniacas en las piernas y localizaciones inadvertidas en las manos. Perversiones. No pensé esa noche encontrar calor en medio del bosque y del frío, pero vaya que me llevé una cierta sorpresa, y mira que a veces, pasa.

El tiempo también tiene sus malicias, sabe bien su oficio y cobra como es debido. Es uno de esos cabrones, como directores de cine, que saben bien la historia y dónde acomodar las piezas del cuadro según el ángulo de la cámara, para su deleite. El tiempo hace arte, el silencio atestigua, como notario.

Te voy a mentir y te voy a estrujar, como se le miente y se le estruja a alguien especial, porque la mayoría de las relaciones acaban en mentiras y engaños, entonces es lógico empezar por ése mismo método. Después de todo, la gordura de la indulgencia es como la anorexia de la pasadez de verga. Es cuestión de enfoques y hay algunos muy retorcidos, que entonces los ocupen para columpio porque yo me quiero mecer hasta el cansancio. A esta vida le hace falta un poco de demonio y cabronería, para divertirnos a costa de lo que sea.


"That's when you know you found somebody special.
When you can just shut the fuck up for a minute,
and comfortably share silence." Mia Wallace - Pulp Fiction.

viernes, 9 de enero de 2009

La blanca llave de Houdini

"Puedes saber cuáles son tus probabilidades con los dados, pero no con la gente. Tiras no sabes cuántos dados, con sepa la chingada cuántas caras. Es una carretera sin señales, un Nintendo sin controles, bum-bum-bum-bum, you’re dead, game over ." Diablo Guardían, Xavier Velasco.


Un minuto de silencio frente al foco iluminado de vivo rojo que obliga a la detención de los pensares. Disyuntivas asfálticas en horizontes vaporados por el humo del tabaco en mano izquierda. Necesidad de movimiento, sigiloso encuentro de causa perdida y memorias olvidadas. Es un minuto que habrá de decidir las próximas tribulaciones nocturnas con todo y sus gemelas consecuencias, siamés de la pregunta, la duda en falda corta y afilada mirada.




Hace tiempo que nada sigue igual y aunque el danzar del entorno es siempre rítmico y elegante, pareciera que la bacanal de lo interno es más bien un son de malacopa al no-ritmo de una cumbia madrugadora.




Son instantes, de esos que se maquillan para salir a coquetear con las pretenciones del que a ojo de buen cubero es malabarista de intención, y éstas se le caen una y mil veces pero él tiene a bien saber que, ésto es un juego de probabilidades y que una de ellas es la derrota.




¿Quién necesita pretextos cuando tiene un Jack Daniel´s en la mano? Es oficial la huída, el escape imperfecto; incluso corriendo no hay movimiento. Se veía venir la estafa dorada, el robo automático, el asalto a la razón, el secuestro de la fuerza de voluntad y también el rescate vanamente pagado con lágrima de lagarto aún sabiendo la muerte de la voluntariosa víctima.




Todo reclamo no es más que un fuerte grito de ayuda; lo que pasa es que los pescados no escuchan y también defecan en su propia agua. Usted es un pescado. La bestia no tiene consciencia, no requiere de ese tipo de patrañas para necesitar ser feliz. Una sonrisa no refleja mas que la limpieza de los dientes; también confirma, como en el mundo animal, la mustia excitación del cazador, enseñando colmillo, preparando el ataque, para apropiarse de algo, de alguien; con encanto, con despojo, con ironía o con cinismo, dá igual, la carnada está en el campo de acción: ¡Ay de tí si la muerdes, no te zafas!




Gramo por gramo las razones vienen sobrando, y más, cuando las porciones de momentáneos olvidos se depositan sobre el tanque del retrete de un ruidoso bar. La blanca llave de Houdini. I wanna be sedated.

miércoles, 7 de enero de 2009

Y sin embargo: es rojo.

¿En qué consistirá en sí? Digo, todo tiene su receta y su tiempo de preparación, su fórmula.

Pero es que hoy me encuentro aquí sentado con una playera negra, siendo que podría estar en Laos, acostado y sonriendo o simplemente en este mismo sillón pero con playera roja. Yo la vería roja porque ése es el adjetivo que me enseñaron hacia la descripción de las ondas solares que rebotan desde el objeto hasta mi retina/córnea/iris. Ahora supongamos, ¿qué tal si lo que yo veo, para tí resulta reflejado en un color amarillo, pero que, al tenor del concilio cromático, los 2 lo denominamos rojo porque así se nos dijo? Es decir, ¿El rojo que yo veo es el mismo amarillo que tú ves, pero los 2 lo llamamos rojo? La epifanía de la percepción paga su entrada en ésta taquilla.

Lo que pasa es que el 90% de lo que sabemos, lo creemos; así pues lo adoptamos como verdad, de lo particular a lo universal, sin chistar, sin cuestionar.

Si nos desvestimos de la razón me atrevo a enunciar: Sabes que tu padre es tu padre porque es la figura que está allí desde que tu creencia se mezcló en razonamiento, como el ron en la coca-cola. Ahora se vé como coca-cola, pero al probarla sabe a ron y aparte apendeja. Te dijo tu mamá y él incluso te dijo que es tu padre. Es decir, ¿quién ha comprobado por el ADN la paternidad misma?

Ahora escapemos por la ventana de la obviedad, el parecido es inherente, pero yo voy más allá del río fronterizo de la razón. Lo sabes porque lo crees, sólo por eso. Y la forma no tiene que ver con el fondo en este momento, no discutimos la paternidad, sino la creencia en ella, ciegamente. Que te parezcas a él es lo mismo que decir que mañana llueve en Chicago, al hecho, no tiene relevancia.

Luego entonces, si yo veo el rojo y tú (mi) amarillo, pero los 2 coincidimos en llamarlo rojo, quiere decir que en el entuerto de una neutralidad habrían particularidades de realidad paralelas pero que de antemano ya son aceptadas como UNA sóla, hecha de UNA sóla vez y en UN mismo lugar. ¿Qué no esto desafía a los postulados de relatividad en cuanto a tiempo-espacio?

No es daltonismo, puesto que la enfermedad se comprueba en la distorsión de los colores.

Ésto se engloba aparte y parte de la propia percepción, si percibimos cosas diferentes pero las vemos igual, o si percibimos cosas IGUALES y las vemos DIFERENTES en alguna neutralidad, pero para el caso de la particularidad las consignamos como igualitarias, formando así fuentes accesorias de una realidad plenamente aceptada por todos.

Ésta es una premisa de las religiones por ejemplo, de cada 100 personas, van a obtener 100 designaciones diferentes para Dios (Jesús, Buda, Alá, Dona de moka, etc.) ¿por qué? porque nadie los ha visto, es eso, simplemente percepción de lo que crees porque te lo dicen. Es la necesidad de ver el rojo en amarillo, pero aún así le llamamos rojo.

lunes, 5 de enero de 2009

No mames Newton

Pinche Newton, tenías que venir con tus pendejadas de la acción y la reacción. Te hubieras tragado la manzana y punto. Roja, verde, amarilla o morada me dá igual. No estoy de acuerdo. Que la boca se te haga chicharrón y el culo carnitas. ¿Alguna vez desnudaste a una mujer con palabras? Entonces ¿Con dinero? ¿No? Como la mayoría de las veces el yogurt se hace agrio y los niños escriben cartas. Ella sería mas o menos como Alice Ayres, de esos clones corregidos y aumentados; de vitaminada indiferencia, piernas abiertas y tierna hasta el orgasmo. ¿Para qué tanto chaleco antibalas si nos peleamos con pasteles? Nos sobra el sazón en la cama, y el agua de la terquedad. Nadie nació con los números exactos, mucho menos con la razón a la medida, el sastre lógico andaba de putas. La última vez que hice esto me faltaba un zapato y la mente sobre los 2 piés, pero no, no me dejas afeitarme. ¿Si el barbón estaba aburrido para qué hacerle una religión a su hijito? Nepotismo sinvergüenza. De todas maneras, ¿qué es un nombre sino una hilera de símbolos adjetivos para la prevención del altivo olvido? Por eso el Shar Pei negro se lame la pata, para eso el martillo en la escalera y por lo tanto te tiñes el pelo de rojo. Adivinando como gitana, sin bola de cristal, de aquí para allá. Imprudencia de la buena, de la chingona. No mames Newton, uno viene al mundo a cojer, no andarse con lo pusilánime del chocolate y la mojigatería del amor. Por lo menos eso dicen las tachas, las llamadas niñas. Ya nos lo enseñó el superestrella, si se acaba el pomo tú verás de dónde, pero a huevo hay que seguir la peda. Pan para el hambriento y para las tortas 2x1, alcohol para el consagrado irreverente, el faquir de los labios mayores que de día se sienta a pensar su asalto nocturno a la hendidura cálida y jugosa.
¿Por qué pagaste a crédito? De esa manera estás en deuda y las deudas me tienen colmado el plato, debemos entendimiento, debemos coartadas, debemos secretos, debemos confabulaciones a mensualidades perpetuas, piénsatelo bien para la próxima, usa el sofá en vez de la calculadora, es cuadrada y sin chiste, los resultados ya los sabemos de antemano, ¿sólo porque los hace más rápidos te lanzas sin paracaídas? ¡A huevo! Sólo para morir se hace tarde y mientras no me agarre la muerte cuando me quiera matar, me como un banana split con raticida, así de retrógrada y fundamentalista. Preludio. Hace un rato que he notado la forma alargada de la nube, esa que parece puma volador, la que corre, pero no corre porque flota, mas no te confundas, ni a madres vuela, solo anda por allí.
Deberíamos andar todos jugando la sexta entrada de un partido de beisbol en el Edén, encuerados por supuesto, ni siquiera habría que soportar el radio, los tacos sin salsa o la basura de Newton. ¿Ya está? Mientras tanto trata de describirme enteramente un color, empieza por el morado.

domingo, 4 de enero de 2009

Consontantes silenciosas

La ventisca aparece en amarillo, con accesorios de punciones estomacales llenas de saudade, melancolía conversa del escepticismo a la razón. La duda porta un rojo vestido de noche, calza tacones de alta expectativa, de 12 centímetros de aguja forrada en olvido; pisando por en medio del salón, como deteniendo el tiempo en el escote del recuerdo, se transparentan los pezones de la memoria, acariciados por la bambula en murmullo.

Pesan las consonantes silenciosas, la lengua detrás de ellas, agazapada dentro de la maleza oral forajida en cuellos extranjeros, mercenaria de yugulares obsesivas, húsar del caleidoscopio del entendimiento conspirador.

El rumor del alcohol se hace más y más fuerte dentro del mercado mental, la oferta es una y pertenece a la clase olvidadora, al burgués acomodado en el futuro. Los minutos de borrasca en semicírculo granuja, de la cofradía de los compinches alcahuetes, se dividen en dos, la izquierda arde, la derecha congela.

Así entonces, bailoteando ebrios sobre la línea temporal, en lo alto del trapecio, caminando franco entre nada más que puras imágenes elegantes, delatoras, cautivas, sangrantes; se nos va enloqueciendo el pulso con el ansia desbocada que nos hace perder las llaves de la calma; también la ropa interior.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Era sábado y de intenciones vivía el hombre

Voy caminando con el instinto en off, me fío de mi ciega mirada y atolondrada naríz, un mapa pirata y la morena indiferencia de esas uñas rojas. Soy adicto a la conquista, del vértigo en la negación y de la lengua envenenada. Siempre en contra de mi brújula oxidada y del viento en apiñonadas pieles, me oriento cuando puedo ver sus dientes en sonrisa y cuando me dejan ver su pubis relajado en mi guarida. Necesito al ruido para callarlo como el día necesita a la noche.

El enamoradizo anda con ínfulas de enamorador, anda empapando pantaletas como si fuera Sábado de Gloria. Un compinche es el silencio, porque donde no hay retorno de palabra sabes de antemano que la tienes pensando y allí ya vas ganando como dos a cero. Soy buen perdedor porque no me espero nada de tu tiempo, el tiempo es tuyo y yo no quiero nada tuyo, yo sólo te ofrezco entretenerte. ¿No es eso acaso lo que buscas? La vida te parece tan simplona que prefieres entregarme tu tiempo para que lo manipule a mi medida y hasta te robe unas sonrisas antes de desvestirte como cuando te metes a bañar. Yo no te voy a limpiar, te voy a hacer sudar, pero te lo aseguro, de una u otra forma te vas a mojar.

Nadie nos puso aquí como piezas de ajedrez, yo juego matatena y antes de que la pelota rebote yo te agarro con todo y fichas. No pretendo arreglar tu mundo sino enchuecarlo a mi medida.

De noche todo se siente igual, después del whisky nada sabe igual, después del sexo, no nos veremos igual.

No me sé tu apellido, pero conozco ahora tus excesos, conozco los botones secretos, tu lágrima escondida en pleno vuelo, que se asoma tras la puerta troquelada de un "Nothing else matters".
Para curtir pieles es bueno Guanajuato y también un bar solitario, la distinción del frío y del calor es escencial, pero ¿cuántos se lo han preguntado? Yo veo sabores y disfruto los colores en el muestrario de un rostro que lucha por esquivarme para que no le vea la intención, pero como por el pueblo dicen, la intención es lo que cuenta. La intención es intensa, y mira que yo intento ser el maestro de ceremonias con el micrófono en tu lóbulo, después de todo de intenciones vive el hombre.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Malbec

Con un hilillo de la historia y yo amarrado a un buen Malbec, con tres fabulaciones amarillas uso mis pretextos cual parquet, el beso tinto entre rodillas, los secretos de mil almas en cuclillas y cien excusas de un siniestro que se quiere escapar.

Un sable de incisiones por lumbares, de la sexta misión en tus lunares y el misionero en au revoir. Nadie puede extrañar lo que no ha sucedido, la habitación del quinto libro, un pubis franco en mis papiros y sueños negros de crepé.
Usted sabe de escisiones post-coitales, de la bella abolición de dos pesares y el prisionero de San Juan. ¿Alguien puede escapar del laberinto?, la filmación de mil suspiros, metiendo mano en un corpiño y juegos-dedos en francés.

Con un hilillo de la historia y yo amarrado a un buen Malbec, disimulando en fieras-minas trafico excesos por la piel, el terso soplo de tu esquirla, los arrebatos de miradas expeditas y cien excusas de un siniestro que se quiere escapar.

Culpable de sadismos populares, del cortejo en tus parajes vulvares y justiciero hasta matar. Nadie puede extrañar lo que no ha sucedido, entonces ¿qué hago con el vino?, de esos pezones ya sin filo y con el peaje yugular. Un sable de incisiones por lumbares, de la sexta misión en tus lunares y el misionero en au revoir.

jueves, 18 de diciembre de 2008

No me digas que no te das por enterada

Que ya lo nuestro acabó! ¿No te das cuenta de que esto duró lo mismo que mi whisky en las rocas con sus respectivas líneas de coca y un buen follón? Todo pasa por pasos; y pasamos cediendo enfilados al baile del último trago, ese de cuellos y muslos afilados, de jadeos, de olores extraños y siendo así, nos pusimos letales, fuimos matando las telas rivales, accedimos a sendos rituales que sudan, saben y suenan a bacanales por todas las pieles y todas las reminiscencias.
Que ya lo nuestro acabó! No me digas que no te das por enterada, enterrada bajo tus féminas mañas, pagando esas pensiones extrañas, depositando en mi saldo tu himen y tus grandes pestañas a la vera del beso piraña y traficando tus lágrimas agrias a cambio de mi cama aún sin alma, atrofiándome ya por tu insistencia.

Que ya lo nuestro acabó!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Tic-Tac

Del tic-tac de una mirada nadie se escapa si está bien afinado el segundero de las córneas, basta el milimétrico cerrón de pupila dilatada para atinarse uno entre la dimensión de la desconocida. La desconocida esquiva y apuesta a la derrota, sólo sigue las tendencias numéricas del empírico espectáculo que a punto estás de protagonizar. El chiste es arreglarle el auto con la lengua y dar las indicaciones con el pulso para que ella se dirija hasta tu garage. De verdad que no es difícil, pero mira bien, te lo dice un pretencioso, pero es que sólo falta la palabra indicada en el momento más inesperado para que entonces pase, y pase bien, y pase mas.

Del insulso silencio también hay recompensa, pues el silencio es juez y yo el corruptor, lo encajono para que ya contra las cuerdas o avientas la toalla o te tiras a la lona. Es juego perverso, pero de ese soy mercenario y tú voluntaria, ¿o es que a caso esperabas que me creyera el cuento de que yo, lobo, soplara y soplara hasta que te vinieras abajo? Te veniste desde el encanto foráneo de la indiferencia en patines, esa que corría y se caía al ritmo de Slow Hands con sabor a Jack Daniel´s.
De la paradoja me compro el premio, a la duda le hago una estatua y a ti te pervierto. Me gusta meterme en tu cama y en tu mente, donde soy perfecto extraño pues no pertenezco ni a una ni a otra pero se me ha extendido una Visa de residente, es más de ciudadano.

El sello lo llevo en la comisura, tu aliento en mi ombligo y tus sueños en el tic-tac de la mirada que no pude escapar, con el segundero apuntando hacia las córneas.

Imagen tomada de http://keep-painting.blogspot.com/2007_05_01_archive.html realizada por Pablo Gradilla. Título: Púpila dilatada por el recuerdo de lo perdido con silueta efímera. Óleo 30 x 30 cms.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Todo está bajo control

Hay que aventarse de espaldas por la resbaladilla, correr con las agujetas desabrochadas, comer lombrices y aventarse al mar sin saber nadar. Te vas a dar cuenta de que en efecto, no pasa nada. La vida es un simple y vano pretexto para conservarte en pie y desayunar omelette. Siempre he visto a la vida como al dinero, hay que gastárselo todo y a manos llenas, para mamadas nada mas abajo del ombligo, de todas maneras no me voy a llevar nada de esas 2 cosas tras mi muerte.
Ser conservador no es lo mío, ni me las doy de Juan Camaney, pero el hecho es que me la paso mejor extorsionando a la vida que mimándola, soy un cabrón de excesos, de excesos cabrones. Nunca he sabido decir suficiente, basta, hasta aquí. El caos es algo que me excita. Siempre me he metido en los callejones oscuros del valemadrismo y en los cabarets nostálgicos del ya me cargó la chingada. Me divierte la kermesse de la vida, con sus indignados algodones de azúcar en quiebra y con las riquezas ofensivas de la montaña rusa a ciegas.

El hecho es que por azares de mi sinrazón me ha tocado dormir en el Four Seasons de países de primer mundo y en la banca de una parada de camión de la Balbuena. Sólo así se aprecia el trance, y no me refiero a apreciar las cosas, esas valen madres -pero como ayudan-. Me refiero más a la experiencia, a esa experiencia de conocer a tíos que son la onda, a mujeres locas tan locas que embriagan los placeres e igualmente a ojetes que les deseo la más ardiente de las cloacas infernales esposados a un diablillo calzagrande, jarioso y putón.

Los que me conocen me reclaman la suerte de no mames que me tocó, cuando parece que no puedo estar más hundido en la mierda se me ocurre/aparece algún salvavidas emergente y flotarín que a causa de piruetas propias de Comaneci me depositan de nuevo sobre la superficie y con la gracia de Miss Universo.

Dicen que la suerte se acaba y la vida también, por mí que de paso se acabe el Nesquik que todo eso me tiene sin cuidado, mientras que no se acabe la gana y el murmullo del whisky, todo está bajo control, aunque no lo parezca.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Casi fin de semana

No me importaría, por otra parte, poder comprar los resultados por adelantado, de esos hechos a la medida, cual traje italiano. La vista aún se nubla por efecto del cristal, pero el reto siempre viene con el cierzo del amanecer y los pesares del ocaso.

¿Acaso estamos contrariándonos de nuevo? Mas vale en este caso pretenderse el fino hace-letras, pero ¿cómo serlo si nunca he sido bueno ni con las canicas, ni con las letras? Una cosa me queda clara, claridez es lo que me falta en éste día de casi fin de semana.

El azar

el azar es un juego interesante si se gana.

Para llevar

Las sobras de una noche larga, las migajas de la perversión. Un afiche de entre tantas líneas repartidas, dictados de anacronía, colores que se escuchan en el eco de la espalda desnuda, el sudor escrito, el legado de fusiones a distancia y con abismos indescriptibles, como coitos mentales.
No te miento, ni te lo escondo, me preguntaba el sabor de tu hendidura cuando hablábamos con la mirada en las pupilas. Con un beso comenzó y supe que este fin de año no sería tan frío, por lo menos en la cama y en el piso, en el auto.

Me gusta la crueldad cuando viene enlatada en alguien tan zafada, me gusta el cinismo pintado de locura y también la escultura que derribamos por la tarde tan solo por el sabor de las respiraciones con jadeos y de persianas abiertas.

Me gustan esos cuadritos de cartón sumergidos del sabor amargo bajo la lengua, me gusta componer el mundo con una herramienta tan simple como un chicle de $1 peso, la respuesta más sencilla es casi siempre el camino más correcto.

No nos debemos nada más que todo. No nos atamos para nada, sólo cuando estamos cuerpo a cuerpo y con la mente en el mismo cuarto nos podemos ir de él sin siquiera movernos.

Quién sabe cuándo nos veremos de nuevo porque quedamos en no buscarnos directamente, sólo sé que puedo pasar, de vez en vez, por ese restaurante tuyo y pedir una sopa de lima para llevar, esperar a que salgas y dispongas de una mentirilla siniestra para así añadirte al pedido no sin antes despedirte de tu marido con un tierno beso. Te espero a la vuelta.

lunes, 8 de diciembre de 2008

To the other side...

Para algunos están las putas y la coca, para otros, la moda y el buen comer. Resulta que hay también quien en la música y de la música vive, experimenta, desea y se refugia. Específica especie que musicaliza sus orgasmos, su soledad, su infancia y su odio.



Yo, entre más acordes, más me siento en orgía. Un ácido y Break on through es el threesome casual, ¿o los 4 en un cuarto? no debería pedir más. Un cigarro tal vez.


Parece que también hay coleccionistas de ocasiones, curadores de la exposición del sentimiento y el recuerdo que sin el elemento periférico y envolvente de las notas, ya sea estridentes o melódicas, no encontrarían ni por un segundo el sentido.


El 10 de septiembre ´08, de buenas a primeras me ví sentado en un avión de Mexicana rumbo a Londres, con boleto comprado por internet apenas la tarde anterior durante una sesión mágica-músical, alcohólica y cocainómana. Había renunciado a mi trabajo y me entró ese pequeño sonsacador que se aparece cada vez que el puto Pepe Grillo me quiere llevar por el camino de las flores amarillas. Y de pronto, después del intro de bajo y bataca, el iPod vomitaba "You know the day destroys the night, night divides the day, tried to run, tried to hide, break on through to the other side".(1)



Era ese y no otro, el momento exacto de pretender; de ver al mundo como el cínico y riesgoso jugador de Las Vegas que soy. Era el momento de acabar de un solo madrazo las 3 onzas de whisky en las rocas, de presionar la nariz del lado izquierdo y aspirar con el derecho lo que representaba la costa de Guerrero hasta la de Veracruz en el mapa de la República Mexicana trazado con coca. Era el momento de tirar los dados para que todo se lo cargara la chingada con mi anuencia firmada de antemano con Iggy Pop de testigo. "I am the passenger, and I ride and I ride, I ride through the city's backside"(2)


Así que tomas tus ropas, esas que te tapan y homogeinizan entre la manada, pero llevas algo que si en todo caso tu pasaporte se perdiera -ese que enuncia letras en orden tal que otros sujetos atinarían a saber tu procedencia y cómo te gritan dentro de un estadio para llamar tu atención entre el caos del exalto futbolero-, te identificaría como un tercermundista vagabundo y musicalizado. Pero es que esa es la parte en que me acomodo en éste sillon y atiendo el timbre que ha sonado en mi oído derecho. "The lunatic is in the hall. The lunatics are in my hall. The paper holds their folded faces to the floor and every day the paper boy brings more... I'll see you on the dark side of the moon." (3)


TE IDENTIFICARÍA. La música me identificaría más que el verde pasaporte. En ésta también figuran los sellos de las aduanas pisadas, las frecuentes visitas del asalto a la razón y los habitados domicilios que anteriormente y en diversos estados del ánimo federado fueron testigos del viaje a ningún lugar y que hasta ahora te trae en asiento de primera cruzando la Alameda, con todos esos árboles, con todo ese olor a meados del que se impregna esta ciudad.


¿Cómo olvidar cojerte hasta el dolor? en el físico, en la emoción... "Antes de irme déjame elevarte, tocar tus senos hasta las costillas, siente mis dedos como una rara esencia, sobre las aguas flota tu miedo."(4)


Los momentos de desesperanza no son menos acústicos pero por demás insolentes, encuentran el talón de Aquiles de uno con una facilidad propia de una puta profesional, esa que sabe dónde te duele, dónde aflojas y de qué huevo te tiene agarrado, nada mas por no dejar ir la propina de 3 ceros. "Espera un poco, un poquito más, para llevarte mi felicidad. Espera un poco, un poquito más. Me moriría si te vas."(5)


Nunca me ha gustado lo fácil, me excita mas lo mojigato del destierro y por eso el whisky baja la presión, para contrastar con el éxito del fracaso que a veces "allá en la mesa del rincón"(6) a todos nos pide le invitemos una cuba, a cambio de adelgazar la billetera y a él mismo. "One minute I held the key, next the walls were closed on me and I discovered that my castles stand upon pillards of sand, pillards of salt."(7)


He probado varias drogas, ellas todas con la belleza precisa e íntima, como solamente los amantes pueden conocer y tocar los botones precisos en el tiempo exacto de la piel erizada. Pero ninguna como la música, dama de compañía complaciente y no recién iniciada. Señora ella de todas las quincenas interiores. Que te lleva al otro lado.


A mi banda sonora: "Y sin embargo sigues, unida a mi existencia y si vivo cien años, cien años pienso en ti." (8)


1. BREAK ON THROUGH - THE DOORS

2. THE PASSENGER - IGGY POP

3. BRAIN DAMAGE - PINK FLOYD

4. HASTA QUE DEJES DE RESPIRAR - CAIFANES

5. LA NAVE DEL OLVIDO - JOSE JOSE

6. LA MESA DEL RINCON - LOS TIGRES DEL NORTE

7. VIVA LA VIDA - COLDPLAY

8. CIEN AÑOS - PEDRO INFANTE

domingo, 7 de diciembre de 2008

Instintos

Todavía no sé bien de qué estaba escapando pero ahora sé que una canción es aún más que palabras que riman.

Donde escondidos sabemos más rincones de la carne, tratamos de limpiar los escombros ya sin rumbo, de acabarnos ese polvo de una vez por todas y olvidarnos de pasados inciertos. Tengo la culpa de todo, no lo niego, pues en culpas me quedan más pasiones y pretextos para sentir y ver venir l0 que en otros ojos y a bohemias oscuras me he tendido aletargado como lagartija al sol.

Hoy se pixelean letras en distintos órdenes a los que tenía acostumbrados y es que dibujan escenarios ya pisados y que creía dominados pero todavía me siento como amateur en pleno estreno.

Otro trago para refugiarme, pues la soledad tiene sed y es que intento recuperarme de tanto polvo que aspiré. Cada vez hay más párrafos y cabos sueltos, no me atrevo a leerlos ni atarlos; ¿Con qué piensas?: Con instintos, de esos que no duelen.
Una cosa más que olvido, pero el olvido me secó. Hoy es, tanto sueño y silencio, entre tanto que no se ha dicho y me gustaría opinar, si es que puedo, que es necesario que ya no me dejen hablar. Ocultarme en sobredosis.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Pinches moscas

Hay algo más castroso que una pinche mosca necia y es: una mosca necia y chismosa. Después de aguantarme las ganas de propinarle un reverendo aplastón en media madre, calmé mi ira contra el bicho y seguí leyendo mi libro en turno. Ulises de James Joyce.

La mosca -hoy occisa- creyéndose poseedora de las vidas de un gato decidió regresar a perturbar mis emociones, y lo hizo con descaro y desfachatez tales que se atrevió a traer acompañante al festín castra-madres. Confiadas en mi serenidad y no contentas con el ya de por sí enfadoso atentado a mi calma, se ponen a cojer en mi blancuzca página 72. Ni pedo, se nos adelantaron en el camino pero disfrutando (espero yo) hasta el último minuto.
Unos leen en cama, otros sentados en el jardín, la mayoría se aísla y lo hace en silencio. No sé por qué, a mí me gusta leer donde hay gente, no en una manifestación, pero sí donde pueda observar los movimientos de diferentes personas. Los sitios que elijo varían dependiendo del tiempo disponible, en la banca de un mercado, en un café, cualquiera menos Starbucks -me caga el lugar, su café no, pero como me gusta observar a las personas mientras leo, encuentro demasiado aburrido el pose del 90% de la gente que acude a ése lugar) El Café Punta del Cielo o el Illy son interesantes.
Y entonces decía que me da por leer en lugares corrientes y comunes, porque en muchísimas ocasiones me he topado que lo que lees está perfectamente ejemplificado en la vida urbana y no me refiero a la forma del escrito, es decir, en su estructura y personajes, sino en el fondo del paradigma que tú leector descubres entre líneas de lo que supones el escritor quiso comunicar.

Esto es, obviamente, porque el autor, ente social, descarga, ya sea en narrativa o ficción, matices implícitos de la convivencia humana, cosa a la que aún renunciando conscientemente para fines de redacción, estamos más que atados inconscientemente.

Me cagan los críticos de libros, me parece que no deberían existir, más bien deberían existir críticos de gramática, ortografía y signos de puntuación. Ponerse a querer afirmar categóricamente lo que un autor quiere representar es como estar tras bambalinas en un teatro con un celular e informando a la audiencia lo que va a suceder, y lo peor, explicar el por qué sucedió y sucederán las cosas. Es pretencioso y se va la magia. La magia de un libro, como la de un disco, como la de una película, una fotografía, una escultura, o una plática interesante es eso, el jugarle al paleontólogo y por medio de finas claves que tú viste y yo tal vez no, nos llevan al descubrimiento más sensacional que une al raciocinio con la imaginación, por medio de conexiones cableadas con la fibra óptica de la experiencia.

El otro día escuché una entrevista que le hicieron a Diego Luna, acerca de su nueva obra de teatro El Buen Canario. Le preguntaban la causa por la cual él había decidido hacer teatro, siendo que ya cuenta con cierto renombre mundial en el cine. Él contestó: La magia del teatro es que es una experiencia única, porque está ocurriendo allí, frente a tus ojos, si hoy alguien se cae o cambia cierta palabra o se para en otro lugar, los únicos testigos y dueños de esa experiencia son los asistentes en ese específico momento.
Luego entonces, yo llevaría las palabras de Diego a un contexto más amplio, lo extendería a cualquier cosa que hagamos o se nos ocurra hacer, vivirlo como una experiencia única y vivir de ella, pues es eso lo que siempre andamos coleccionando en nuestro cofre memorativo, experiencias únicas aderezadas de sentimiento y razón.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Que nos gobiernen las putas porque sus hijos nos han fallado.

Me acaba de llegar un correo explicando que en una calle muy comercial, cerca de donde yo vivo, hay presencia de "Los Zetas" y "La Familia". Supuestamente dichos grupos amenazaron a la Policía para que ésta no se presente en dicha zona después de las 10 pm o que de lo contrario habrá matanza de azules y los harán cachitos para venderlos en tamales. Dice el correo que éstas bandas roban y hacen secuestros express, que se disfrazan de vendedores de cd's piratas para guardar las apariencias y que planean balacear restaurantes y antros, que además venden droga en barquillo en cualquier esquina -al rato van a decir que la paletería La Michoacana es de narcos-. Por tal motivo el autor o autores del correo hacen un llamado a todo aquel que lo lea a no salir a la calle, ni a restaurantes ni a bares, a mirar para todos lados y desconfiar de todos.


Uno no puede constatar si ésto es cierto o mentira y asegurarlo de manera categórica puesto que nadie andará preguntando en la calle: "Disculpe usted señor, quisiera que me dijera si pertenece a los Zetas o a La Familia." Qué hueva andar por allí con esas preguntas, qué molesto y qué pérdida de tiempo.


Que quede claro, no es que no crea en la existencia de dichos grupos, ni que dude de sus alcances, ni que su localización realmente se encuentre en dicha zona, ni que descalifique dicho correo o a su(s) autor(es). Más bien quiero hablar del miedo.


Cuando te toca, aunque te agaches... cuando no te toca, aunque te pongas.

¡No Mamen! de verdad me dá lástima que estemos viviendo con miedo. Es verdad que uno tiene que andar con cuidado y siempre ha sido así, no sólo en Tijuana y Sinaloa, sino en todo el país, en Israel y en China, en todo el mundo.


¿Por qué ahora se agarró la moda de traer el miedo hasta en el desayuno?, ¿Por qué somos hipócritas? A ver pretencioso, ¿del miedo a la hipocresía? Si. Eso lo aclararé al final del post. Sigamos con el miedo.


México, país de caudillos.

¿A partir de qué asunto se desató ésta campaña mediática del miedo? A partir de que el hijo de un millonario empresario fue secuestrado y asesinado.


Los Mexicanos pocas veces hemos estado unidos, vinculados, en comunión: común unión.


En la Independencia, por ejemplo, ¿quién hubiera seguido a un indio saltapatrás para iniciar la Revolución? Se sigue al criollo acomodado, al ícono religioso. El mexicano aplica una doble discriminación despectiva, por economía y por racismo. Está el jodido y el rico, el fresa y el indio, el naco. ¿Qué chingados tiene que ver esto con el miedo y Los Zetas, con el secuestro y su chingada madre?


Pues que por la no unión de los mexicanos nos chingan por donde sea, por la no unión de los mexicanos tenemos caudillos. Y por caudillos no sólo se entienda a la persona idealista y liberadora, sino también a los íconos personificados en status tan martillados mediáticamente en nuestro interior que resulta difícil verlos caídos y en peligro.


Ya nos cargó la chingada porque ni el pudiente se salva de la delincuencia que generan los jodidos.


A partir de allí nos ponen el miedo en tinta, el miedo en pixeles, el miedo en la comida, en los noticieros de desayuno comida y cena. ¿Por qué esperarnos a que se chinguen a un riquillo para atormentarnos y pensar que ahora sí nadie se salva? ¿Por qué con las muertas de Juárez que siguen ocurriendo sólo se lleva un conteo sin cesar? Ahora sólo se habla de policías decapitados, balaceados, desaparecidos, cuando siempre ha ocurrido, no es que ahora pase más, es que ahora nos fijamos más. Los medios lo saben y lo explotan, el miedo confunde, nos hace menos y hace consumir.


¿Tienes miedo? compra y se te olvida, Vanish, Bam, Sopas Knorr. 19 decapitados en Nayarit, Matan a 7 policías en Reynosa. ¿Ropa blanca? Ace lo hace, Vaporella la plancha italiana hecha en Taiwan por niños explotados, etc...


El gobierno. 100 dedos de atole.

A 100 días del acuerdo por la seguridad, la justicia y los miguelitos de agua


-¿Me están diciendo que aparte de que una vez que toman el cargo y se COMPROMETEN A CUMPLIR Y HACER CUMPLIR las leyes y reglamentos vigentes, no les quedó claro o son pendejos o son cínicos, o las 3, y todavía tienen que andar perdiendo el tiempo todos esos SERVIDORES PUBLICOS en sus pinches desayunitos para firmar un acuerdo en el que dicen que AHORA SÍ se compromten a lo que DE ANTEMANO ya deberían estar COMPROMETIDOS y chingándole?-.


Escriben su acuerdo y se toman la foto y pasan 100 días. Spots del gobierno diciendo que atraparon a un chingo de narcos, de lana y de armas. Para eso les pagamos hijos de puta -yo sí pago impuestos- no para que anden fanfarroneando, ¿quieren que les aplauda o les aviente confetti o qué chingados? Ojetes. Pasan 100 días y otro pinche desayunito, más atole con el dedo, al fin que los televidentes tragan puro tamal.


Hipocresía

Te asusta que te violen pero no saludas al vecino, te asusta que te secuestren pero avientas lámina en el Periférico porque-yo-soy-más-cabrón-y-quita-tu-pinche-lata-que-ahí-te-va-la-verga-puto. Te asusta que te roben pero haces menos a los demás. ¿Me dices que no tiene nada qué ver? Tiene todo qué ver. Donde una comunidad decide vivir debe existir comunicación, armonía y respeto. Hoy Darwin se chingó y no existe la Ley del más fuerte, sino la Ley del que más le vale madres. No soy más fuerte, pero a mí me vale madres y traigo pistola, te plomeo y te chingas. Contra eso, responder con violencia generará nada más que más violencia y tragedia.


Si conoces al vecino y ambos cuidan los movimientos, uno del otro, si conoces a su familia y a lo que se dedican, sus horarios de llegada y salida, etc. perfectamente y de manera mutua, sabrán si algo anda mal en la casa propia, en la de enfrente o de al lado, entonces se puede prevenir o acortar un hecho criminal. Si ésto se implanta de una calle a otra y de una colonia a otra y de delegación en delegación, de Estado en Estado, creánme, mejoraremos mucho, pues los ojetes quedarán relegados y más a la vista para su captura y reahabilitación. Recordemos que: "A mar revuelto, ganancia de pescadores". ¿Cómo te vas a enterar que están robando justo al lado de tu casa si ni conoces al vecino, y es más, te vale madres? Los ojetes operan con tiempo y calma y pasan desapercibidos, podrían violar y matar y tú ni en cuenta. Si secuestran a tu vecino y no ves su carro en 2 días te vale madres.


Comunicación, armonía y respeto: Base de la educación real, de la calle, que es con lo que realmente se combate a los delitos y delincuentes, no los pinches desayunitos de grillos, ojetes vividores de mierda.


¿Prefieres el miedo?
Escóndete, no salgas a restaurantes ni de antro ni de vacaciones ni al parque, desconfía de todos. Ésto es quedarte estático ante la situación sin saber si tu vecino llegó o no llegó a su casa, si lo que están subiendo al auto es porque se están cambiando o les están vaciando su casa.


Ya van a ser las 10pm, me voy a los tacos "Los Asaltados". Si no regresó se librarán de un bloguero pretencioso.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Miércoles a Viernes

La belleza de la duda me parece una fuente de seducción poco explorada y tales son las sutilezas de su encanto que los pocos scouts de la no certeza no han logrado trazar un mapa para bien llegar a tal efecto, pero es tan excitante el hecho de no ser certero que firmemente creo que es mejor así, el arte de dudar, de fantasear con tino azaroso ese ínfimo toque del más íntimo de tus arrebatos, brindemos con vino tinto por éstos momentos que en unos segundos serán historia y acabarán escritos en el más infalible de los relatos que nunca serán contados, pues nos quedará la duda de los sabores ajenos.

martes, 2 de diciembre de 2008

Más y de más

Necesitaba entender que no por ser el más inadecueado y ferviente seguidor de las raciones del exceso tenía de plano que clavarme en esas lides olvidándome de todo lo demás. Ya aprendí que por muy deportista de los extremos que uno quiera ser, es necesario ser el primer comandante de la división del cobardismo, claro, refiréndome por supuesto al cobardismo oportuno mas no al oportunista. Uno tiene que entender y emprender la para nada graciosa huída en el momento justo, para así poder contarle a los demás internos del recato las pasiones de los finos placeres de la libertina libertad. Por otra parte, claro que no por quitarte el traje de Clark traes debajo el azul rey y la "S" en el pecho, mucho menos los poderes acompañantes. Mi dama de compañía -por ahora- es la terca necedad de andar queriendo siempre más y de más, lo que le sigue y a lo que viene. Pero su tarifa en moneda de cambio es también el recato en austeridad y la rienda suelta en abundancia, es decir, el pato no puede nadar si primero no hay agua para beber.

Lo bueno de no ser pato es que para beber hay whisky y para nadar, problemas, para variar.

Pollo sin cabeza

Hay veces que uno nada mas no quiere moverse por sí mismo, ni luchar como salmón contra la corriente. Hay ocasiones en que de pronto te encuentras inmerso en una placenta enorme y protectora que quisieras esté allí para siempre. Pero también hay veces en que la fuente se rompe antes de tiempo y hay que salir corriendo en chinga como pollo sin cabeza, y a falta de ésta no queda mas remedio que dar tumbos por doquier. ¿Dónde venden fuerza de voluntad? Que alguien me explique los ingredientes de tal receta para poder imitarla. ¿A dónde se fue mi dealer de empeño? En éstos días ando buscándolo hasta por debajo de las piedras. Lo bueno, es que sólo hay veces que...

martes, 25 de noviembre de 2008

Llamada local

-Buenooo?




-¿Me consigues heroína?





-Buenos días!!!





-¿Puedes o no?





Pffff!