jueves, 13 de noviembre de 2008

Inoportuno como siempre,
tu irremediable dependiente,
pretendiendo excusar asesinatos egoístas,
de prisión malabarista, escapista profesional.

Después del tiempo y el luto acompañante
no he logrado separarme de la culpa sin perdón,
de ese sol detrás del dedo, del mimetismo sin cuartel.

Hoy no quiero que sospeches
que aparezco de repente
pretendiendo reiniciar los esbozos de mi vida
lo hecho, hecho está, aunque quiera olvidar.

Egoísta sin miedo con el tono tan cambiante,
sin poder reivindicarme en tu juzgado sin perdón,
de ese sol detrás del dedo, de la guerra sin cuartel.

Hoy no quiero me perdones
aunque quisiera y no lo logres,
si aparento ser decente
pretendiendo conquistar recovecos de tu vida
lo hecho, hecho está, aunque queramos olvidar.

No lo puedo cambiar, solo queda caminar
y encontrarte entre la gente,
mirarte fijo sin chistar en esas mieles de tu iris,
saludarte y escapar.

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