lunes, 8 de diciembre de 2008

To the other side...

Para algunos están las putas y la coca, para otros, la moda y el buen comer. Resulta que hay también quien en la música y de la música vive, experimenta, desea y se refugia. Específica especie que musicaliza sus orgasmos, su soledad, su infancia y su odio.



Yo, entre más acordes, más me siento en orgía. Un ácido y Break on through es el threesome casual, ¿o los 4 en un cuarto? no debería pedir más. Un cigarro tal vez.


Parece que también hay coleccionistas de ocasiones, curadores de la exposición del sentimiento y el recuerdo que sin el elemento periférico y envolvente de las notas, ya sea estridentes o melódicas, no encontrarían ni por un segundo el sentido.


El 10 de septiembre ´08, de buenas a primeras me ví sentado en un avión de Mexicana rumbo a Londres, con boleto comprado por internet apenas la tarde anterior durante una sesión mágica-músical, alcohólica y cocainómana. Había renunciado a mi trabajo y me entró ese pequeño sonsacador que se aparece cada vez que el puto Pepe Grillo me quiere llevar por el camino de las flores amarillas. Y de pronto, después del intro de bajo y bataca, el iPod vomitaba "You know the day destroys the night, night divides the day, tried to run, tried to hide, break on through to the other side".(1)



Era ese y no otro, el momento exacto de pretender; de ver al mundo como el cínico y riesgoso jugador de Las Vegas que soy. Era el momento de acabar de un solo madrazo las 3 onzas de whisky en las rocas, de presionar la nariz del lado izquierdo y aspirar con el derecho lo que representaba la costa de Guerrero hasta la de Veracruz en el mapa de la República Mexicana trazado con coca. Era el momento de tirar los dados para que todo se lo cargara la chingada con mi anuencia firmada de antemano con Iggy Pop de testigo. "I am the passenger, and I ride and I ride, I ride through the city's backside"(2)


Así que tomas tus ropas, esas que te tapan y homogeinizan entre la manada, pero llevas algo que si en todo caso tu pasaporte se perdiera -ese que enuncia letras en orden tal que otros sujetos atinarían a saber tu procedencia y cómo te gritan dentro de un estadio para llamar tu atención entre el caos del exalto futbolero-, te identificaría como un tercermundista vagabundo y musicalizado. Pero es que esa es la parte en que me acomodo en éste sillon y atiendo el timbre que ha sonado en mi oído derecho. "The lunatic is in the hall. The lunatics are in my hall. The paper holds their folded faces to the floor and every day the paper boy brings more... I'll see you on the dark side of the moon." (3)


TE IDENTIFICARÍA. La música me identificaría más que el verde pasaporte. En ésta también figuran los sellos de las aduanas pisadas, las frecuentes visitas del asalto a la razón y los habitados domicilios que anteriormente y en diversos estados del ánimo federado fueron testigos del viaje a ningún lugar y que hasta ahora te trae en asiento de primera cruzando la Alameda, con todos esos árboles, con todo ese olor a meados del que se impregna esta ciudad.


¿Cómo olvidar cojerte hasta el dolor? en el físico, en la emoción... "Antes de irme déjame elevarte, tocar tus senos hasta las costillas, siente mis dedos como una rara esencia, sobre las aguas flota tu miedo."(4)


Los momentos de desesperanza no son menos acústicos pero por demás insolentes, encuentran el talón de Aquiles de uno con una facilidad propia de una puta profesional, esa que sabe dónde te duele, dónde aflojas y de qué huevo te tiene agarrado, nada mas por no dejar ir la propina de 3 ceros. "Espera un poco, un poquito más, para llevarte mi felicidad. Espera un poco, un poquito más. Me moriría si te vas."(5)


Nunca me ha gustado lo fácil, me excita mas lo mojigato del destierro y por eso el whisky baja la presión, para contrastar con el éxito del fracaso que a veces "allá en la mesa del rincón"(6) a todos nos pide le invitemos una cuba, a cambio de adelgazar la billetera y a él mismo. "One minute I held the key, next the walls were closed on me and I discovered that my castles stand upon pillards of sand, pillards of salt."(7)


He probado varias drogas, ellas todas con la belleza precisa e íntima, como solamente los amantes pueden conocer y tocar los botones precisos en el tiempo exacto de la piel erizada. Pero ninguna como la música, dama de compañía complaciente y no recién iniciada. Señora ella de todas las quincenas interiores. Que te lleva al otro lado.


A mi banda sonora: "Y sin embargo sigues, unida a mi existencia y si vivo cien años, cien años pienso en ti." (8)


1. BREAK ON THROUGH - THE DOORS

2. THE PASSENGER - IGGY POP

3. BRAIN DAMAGE - PINK FLOYD

4. HASTA QUE DEJES DE RESPIRAR - CAIFANES

5. LA NAVE DEL OLVIDO - JOSE JOSE

6. LA MESA DEL RINCON - LOS TIGRES DEL NORTE

7. VIVA LA VIDA - COLDPLAY

8. CIEN AÑOS - PEDRO INFANTE

9 comentarios:

La Hija del Don dijo...

Jaja, quién le hizo eso a Dalí??

Yo Pretencioso dijo...

no sé quien haya hecho el original, pero me lo encontré en la web como "la persistencia del ipod", ja. Gracias por pasar. Saludos

Verdaderoyo dijo...

Me gusto el relato, pero, se pasaron de verga con el cuadro, me cae.

La Rosy dijo...

¡me gusto tu relato!

¿porque no lo mandas a blog.recolectivo@gmail.com?

Por aqui andaré...

Lolita dijo...

Saludos pretencioso ...


me recuerdas a Mary Katherine Gallagher de SNL, quien cada que narra algo lo hace con lineas de peliculas.

Saludos.

Yo Pretencioso dijo...

Mi verdadero YO: Gracias, está cagado el cuadro no?

Rox: Gracias por leer, ya lo mandé a recolectivo a ver q tal.

Lolita: Saludos y gracias por la comparación.

Jo dijo...

saludos... he intentado mas de una ocasion venir a dejarte un comentario pero esto se empeña.. o es la trampa para casuarme adiccion?

Jo dijo...

uff... lo logre pero mi dislexia me atrapo.

Yo Pretencioso dijo...

Jolie: vaya que suerte la mía que la trampa resultó, adictos entonces. Nos estamos leyendo. Te veo en cuentaletras. Saludos!